Desapariciones

Desde hace algunos meses, en una pequeña aldea, vienen sucediendo una serie de desapariciones misteriosa. El intendente decidió contratar un detective de la Capital...
...El detective estaba muy asustado, pero finalmente, luego de muchos ruegos del intendente, aceptó. No iba a perderse esta oportunidad de ganar dinero, para retirarse a una casita en Mar del Tuyú. "Me falta poco" pensaba "con este último trabajo ya tengo suficiente para la casita".
El pueblo recibió muy bien al detective, que ese día empezó la investigación. Fue a lugares donde le podrían dar información, como a las casas de los desaparecidos. En todas le dijeron que estas personas eran gente de campo, que habían trabajado allí toda su vida y que no había motivo alguno para que les sucediera algo así.
En el trayecto, el detective conoció a un nene llamado Tommy, cuyos padres trabajaban en el campo. Al día siguiente ellos también desaparecieron.
La policía había informado al detective Aurelio Spichafoco sobre todas las investigaciones, pero no habían llegado a ningún resultado. El intendente anunció que si el detective no descubría nada en unos días, se abandonaría la búsqueda. Aurelio no se acobardó. Nadie le iba a quitar su casita en Mar del Tuyú.
Conversando con Tommy pudo saber que la última vez que el niño vió a sus padres, estaban cerca de unos enormes silos alejados del pueblo.
Esa nocheAurelio fue solo hasta allí. Y para su sorpresa, descubrió que adentro no había granos de cereal, sino que encerradas las personas desaparecidas...
Logró liberarlas, y esa mañana el culpable estaba entre rejas.
Esos silos pertenecían al intendente. Él tenía a esas personas trabajando en sus campos como esclavos.
Nadie había imaginado algo así, por eso el lugar no había sido revisado.
Tommy volvió con sus padres, su papá fue elegido intendente y Aurelio pudo retirarse a su casita en Mar del Tuyú.

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