Hace miles de años existió un dios al que le gustaba la paz y tranquilidad eterna. Y se refugió sobre un volcán. En agradecimiento por haber conseguido lo que quería, hizo que el paisaje y el terreno fuesen bellos y coloridos, para que los futuros visitantes se radicaran allí, y así gozar de la misma paz y tranquilidad que tuvo él. Este deseo se hizo posible por muchos años hasta que un día, comenzaron a surgir problemas entre los habitantes, que desembocaron en un estado de anarquía. Esto generó el sufrimiento del dios, al ver que su tranquilidad de largos años había terminado, e hizo que se enojara mucho. Al verse traicionado por los habitantes no tuvo más remedio que lanzar desde el volcán, ríos de lava sobre el pueblo para limpiarlo de las impurezas.
Cuenta el mito que a partir de ese momento, el lugar recobró se hermoso paisaje y clima, pero nunca más pudo instalarse ninguna persona que no tuviera la voluntad de paz y buenos deseos, porque era rápidamente ahuyentada del lugar a través de terremotos.
Vargas Nicolás 7º B